El 5 de noviembre de 2024, Estados Unidos celebró sus elecciones presidenciales, resultando en la victoria del expresidente Donald Trump sobre la vicepresidenta Kamala Harris. Trump aseguró su retorno a la Casa Blanca al obtener hasta el momento 277 votos electorales, superando los 270 necesarios para ganar.
La contienda fue especialmente ajustada en varios estados clave, como Pensilvania, Carolina del Norte y Georgia, donde el desempeño de Trump fue decisivo para alcanzar la mayoría de votos electorales. Estos “swing states” fueron objeto de intensa atención y esfuerzos de campaña de ambos candidatos, debido a su capacidad para inclinar el resultado final.
La participación electoral fue notablemente alta, reflejando el profundo interés y polarización en el país. Los temas centrales que dominaron la campaña incluyeron la economía, la inmigración y la política exterior, con ambos candidatos presentando visiones contrastantes para el futuro de la nación.
Con este resultado, Donald Trump se convierte en el primer presidente en la historia moderna de Estados Unidos en ser elegido para dos mandatos no consecutivos, marcando un hito significativo en la política estadounidense.
Trump ha logrado aumentar su apoyo entre votantes latinos en los estados clave, lo cual fue fundamental para alcanzar el umbral del Colegio Electoral. En Pensilvania, un estado con 19 votos electorales en juego, el expresidente incrementó su respaldo en la comunidad latina, pasando de un 27% en las elecciones anteriores a un 42% en esta contienda. Esto se da a pesar de su postura firme en temas de inmigración y varias controversias relacionadas con los latinos, incluyendo un evento donde un orador describió a Puerto Rico de manera despectiva como una “isla de basura flotante”.