Gobernador Lamont anuncia la implementación de una ley pionera que brinda protección y beneficios a los bomberos diagnosticados con cáncer, fortaleciendo el compromiso estatal con la seguridad y el bienestar de los héroes locales.
HARTFORD, CT – El gobernador Ned Lamont ha anunciado un paso significativo en la protección y apoyo a los bomberos de Connecticut al confirmar la entrada en vigencia, el 1 de octubre de 2023, de una nueva ley estatal diseñada para garantizar que los bomberos que contraen cáncer reciban los beneficios de compensación laboral que merecen.
La ley, que fue aprobada como parte del proyecto de ley de presupuesto estatal recientemente promulgado, establece una medida vital para la comunidad de bomberos. Esta legislación única instaura una presunción durante la evaluación de un reclamo de compensación laboral: se asumirá que el diagnóstico de cáncer en un bombero es resultado de su ardua labor en condiciones peligrosas, a menos que existan pruebas contundentes que indiquen lo contrario.
La creación de esta presunción representa una poderosa protección para los bomberos cuyas solicitudes de compensación laboral a menudo han enfrentado desafíos. Esta medida aplicará a miembros uniformados de departamentos de bomberos municipales, estatales y voluntarios remunerados. También abarca a jefes de bomberos locales, jefes de bomberos adjuntos, investigadores de incendios, inspectores de incendios y diversos tipos de inspectores e investigadores especializados.
El gobernador Lamont expresó su apoyo a los bomberos y su compromiso con su seguridad y bienestar. “La extinción de incendios es una ocupación increíblemente peligrosa, y quienes ingresan a este campo lo hacen por una devoción desinteresada por proteger a sus comunidades”, destacó Lamont. “Cada vez que un bombero interviene en un incendio, queda expuesto a carcinógenos y sustancias químicas peligrosas a un ritmo elevado. Esta nueva ley les permitirá a los bomberos y sus familias saber que los apoyamos y queremos que tengan acceso a los beneficios que necesitan tal como lo recibirían por cualquier otra lesión o enfermedad ocupacional”.
Para ser elegibles para los beneficios y compensación, los bomberos deben haber sido diagnosticados con cualquier forma de cáncer que afecte áreas cruciales como el cerebro, sistemas esquelético, digestivo, endocrino, respiratorio, linfático, reproductivo, urinario o hematológico. Además, se requerirá que hayan pasado un examen físico tras ingresar al servicio que no revele evidencia o propensión al cáncer. Además, no deben haber consumido cigarrillos durante los 15 años anteriores al diagnóstico.
Esta ley también establece la condición de haber trabajado durante al menos cinco años y haberse sometido a exámenes médicos anuales de acuerdo con las recomendaciones de sus proveedores médicos.
La contundencia y el consenso de esta ley son notables, habiendo sido aprobada por un margen amplio tanto en el Senado, con 35 votos a favor y 1 en contra, como en la Cámara de Representantes, con 139 votos a favor y 12 en contra.