Según las autoridades no solo es ilegal vender a clientes menores de edad, sino que también amenaza la seguridad pública.
NEW HAVEN, CT — Una investigación estatal reveló que docenas de licorerías en Connecticut han sido sorprendidas violando la ley y vendiendo a personas menores de 21 años. El estado ahora está aumentando los esfuerzos para detener esto.
Luego de una denuncia presentada ante el departamento de policía o el gobierno local, la División de Control de Bebidas Alcohólicas del Departamento de Protección al Consumidor llevará a cabo operaciones encubiertas en pueblos y ciudades.
El operativo generalmente inicia con un agente de control de bebidas alcohólicas vestido de civil que ingresa en la tienda. Seguidamente, un voluntario encubierto menor de edad entra tras ellos e intenta hacer una compra. En ese momento es cuando el agente es testigo de los hechos. Si el empleado solicita una identificación, el voluntario mostrará su identificación real. Si el empleado hace la venta, la tienda no pasa la verificación.
Luego de la inspección en cubierto, el agente regresaría a la tienda al final de la noche para informarle al dueño que su establecimiento no pasó.
Hay 16 agentes en la División de Control de Bebidas Alcohólicas. Si bien ocho agentes están asignados exclusivamente a la aplicación, se puede recurrir a cualquier agente para ayudar con una verificación de cumplimiento.
Aunque los controles de cumplimiento se detuvieron durante la pandemia, volvieron a restablecerse en noviembre de 2021. Según los datos disponibles de la División de Control de Bebidas Alcohólicas, 51 de las 145 tiendas que se revisaron vendían a menores.
Las visitas son sin previo aviso. Las tiendas que no superan la verificación es porque aunque solicitan una identificación, aun así realizan la venta o por el contrario no solicitan una identificación por completo.
Durante una operación encubierto en el mes de marzo, 7 de las 12 tiendas en Glastonbury fallaron en los controles de cumplimiento.
En el caso de que una tienda no pase el control, la división legal dentro del Departamento de Protección al Consumidor es la que se encarga del proceso. Si no se resuelve, habrá una audiencia pública ante la Comisión de Control de Bebidas Alcohólicas, entidad que tiene la facultad de suspender o revocar el permiso de una tienda.
Si una tienda no pasa la verificación de cumplimiento, el propietario podría enfrentar la suspensión o pagar una multa. Depende de si han sido atrapados antes.
El licor comprado durante el control se lleva a un depósito secreto en el Departamento de Protección al Consumidor. El alcohol estropeado o manipulado también se guarda en el almacén. Todo el licor confiscado pasa a ser propiedad del Estado.
Para restaurantes y bares los controles de cumplimiento son diferentes, sin embargo siguen la misma idea donde un agente de control de bebidas alcohólicas es testigo de una compra por parte de un voluntario menor de edad. Al pasar estos controles, las tiendas pueden mantener su licencia y ayudar a mantener segura a la comunidad.
Según las autoridades, no solo es ilegal vender a clientes menores de edad, sino que también amenaza la seguridad pública.